Los bioplásticos se están erigiendo en un componente crucial para crear una bioeconomía totalmente sostenible y circular. La Unión Europa, desde hace tiempo, apoya activamente el desarrollo de estos materiales mediante investigaciones ambiciosas y colaborativas que pretenden lograr una mayor aplicación práctica, y así, ayudar a transformar la industria de los plásticos de Europa en los próximos años.
Impedimentos políticos y actuación de la UE
Sin embargo, los plásticos plantean cada vez más problemas desde las perspectivas del medio ambiente y la sostenibilidad. Se calcula que para 2050 los océanos del mundo podrían contener más plástico que peces (en cuanto a peso) y que la producción de plásticos supondrá una proporción mucho mayor del consumo mundial de petróleo y de las emisiones de gases de efecto invernadero. El sistema actual de producción de plásticos es principalmente lineal, depende en gran medida de materias primas fósiles no renovables, presenta una tasa baja de reutilización y reciclaje y adolece de niveles elevados de propagación hacia el entorno circundante.
La UE, en virtud de su Plan de Acción sobre la Economía Circular (EC), está resuelta a estimular la transición de Europa hacia una economía circular que impulse la competitividad, fomente un crecimiento económico sostenible y genere más empleo. La industria europea de los plásticos, como importante fuente de crecimiento y empleo, tiene que ser partícipe de esa transición, y por ello la Comisión Europea debe adoptar una nueva estrategia sobre plásticos dentro de dicho plan de acción antes de que acabe 2017.
Una industria nueva pero en alza
Los bioplásticos pueden cumplir un papel importante en esa transición. Abarcan una gama amplísima de materiales, con propiedades y aplicaciones singulares. Pueden provenir de recursos renovables como cultivos y madera o bien de caudales de residuos, por ejemplo los procedentes del procesamiento de alimentos.
Dada la aparición de materiales, aplicaciones y productos cada vez más sofisticados, el mercado mundial ya crece a un ritmo anual de entre el 20 % y el 100 %. Para 2021, se prevé que Europa contará con alrededor de la cuarta parte de la capacidad productiva de bioplásticos del mundo.
Apoyo a iniciativas científicas europeas
Este CORDIS Results Pack destaca los resultados de ocho proyectos innovadores que han contado con financiación por medio del Séptimo Programa Marco (7PM) de la UE y que están realizando contribuciones científicas e innovadoras importantes para hacer realidad esa industria tan apasionante que quizás cambie radicalmente las reglas del juego.
Esos proyectos son BIOREFINE-2G, en el que se han creado procesos comercialmente atractivos para una conversión eficiente de caudales secundarios procedentes de biorrefinerías, los cuales podrían usarse para obtener precursores de polímeros de origen biológico, entre ellos, polímeros biodegradables. Por otra parte, el proyecto BRIGIT ha producido nuevos biopolímeros especializados a partir de desechos ricos en azúcares lignocelulósicos para aplicaciones pirorretardantes de gran exigencia, mientras que los investigadores de SYNPOLse ocuparon de impulsar la producción sostenible de nuevos polímeros a partir de materias primas específicas. Por último, el proyecto EUROPHA tenía el cometido de reducir los costes de los biopolímeros PHA y ampliar sus aplicaciones como bioplástico para envases alimentarios 100 % compostables.
Por medio de estos y otros proyectos que están en curso en el marco del programa sucesor del 7PM, Horizonte 2020, Europa está decidida a afianzarse como motor mundial de la fabricación e innovación de bioplásticos y a asegurarse de que estos se conviertan en los materiales verdaderamente sostenibles del siglo XXI.
Fuente: https://cordis.europa.eu/article/id/400694-sustainable-materials-for-a-strong-and-circular-european-bio-economy_es.html